En todos los ámbitos de la vida, en todas las actividades humanas, las sociedades avanzadas están persiguiendo un objetivo de equilibrio que hemos dado en llamar “sostenibilidad” o “desarrollo sostenible” como un condición más, una condición añadida, que requerimos para acometer cualquier proyecto o tarea, un requisito que se incorpora para afrontar cualquier empresa humana. La sostenibilidad, entendida como la formuló originalmente el Informe Brutland en 1987, consiste en “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades.”, y se asienta en tres aspectos que se han de analizar simultáneamente: la sostenibilidad social, la económica y la medioambiental
El urbanismo, la creación de ciudad y la acción sobre el territorio, no podía escapar de este principio general socialmente aceptado y valorado por la ciudadanía, y siendo la ciudad el medio en el que se desarrolla la vida de la mayoría de la población española, es más importante incluso que en otros campos de la vida que esta disciplina se impregne del requisito de sostenibilidad. Estamos construyendo Málaga con criterios de sostenibilidad? consideramos el suelo como un recurso escaso y agotable?. En el siglo XXI creo que no podemos –que no debemos- seguir esquilmando el territorio y las actuaciones urbanísticas habrán de desarrollarse, en su gran mayoría, sobre suelos “reciclados”, que se recuperan y se reutilizan para nuevos usos tras su regeneración.
Imagen de http://paisajetransversal.blogspot.com/
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