La sociedad multicultural, entendida como diversificación cultural de la sociedad, se configura como una de las cuestiones, como uno de los problemas que el mundo de hoy debe resolver. Quizás por ello, son numerosas las aportaciones desde distintas disciplinas acerca de la emergencia de lo identitario, así como de la reivindicación y reconocimiento de las diferencias en las sociedades actuales. En los últimos años, las preguntas acerca de cómo pensar y articular la “diferencia” desde los modelos occidentales de igualdad y derechos han supuesto uno de los temas de debate de mayor calado e interés.
El multiculturalismo, entendido como la respuesta política que, desde la Administración, intenta conciliar la diversidad y la cohesión, se generó en el entorno de las sociedades anglosajonas, aunque posteriormente se extendió por otros países a medida que la multiculturalidad cambiaba sus sociedades.
Recientemente, el Primer Ministro inglés, David Cameron lider del partido conservador, denunció las politicas del multiculturalismo " porque la política de tolerancia de los anteriores gobiernos laboristas ha convertido a los jóvenes en objeto vulnerable del radicalismo islámico".
Introducir el problema del multiculturalismo en el actual debate político utilizando este tipo de argumento, quizás sea un intento de desviar la atención del creciente malestar de gran parte de la sociedad británica por las políticas de la coalición gobernante. Al mismo tiempo supone un golpe a las aspiraciones del pueblo egipcio de controlar su propio destino. No olvidemos que el ex-presidente Aznar condiciona la libertad del pueblo egipcio a los intereses de occidente.
Una nueva muestra de etnocentrismo y prepotencia, ya que ni siquiera un concepto tan limitado como el de tolerancia puede ser asumido por los gobiernos conservadores.
Se equivocan y al intentar la asimilación, evitando el diálogo constructivo atentan contra la propia seguridad de occidente que dicen defender.
Imagen de Forges
2 comentarios:
El miedo está en que la tolerancia, la multiculturalidad impuesta a base de exigencias de respeto, y la desidia puedan contribuir a una fagocitosis que, en tiempos antiguos, era más moderada, pero que con la aldea global, puede dar origen a una auténtica conquista cultural, social y gastronómica.
Estimado Padre comprendo sus miedos, pero si ni siquiera sus Cruzadas consiguieron cambiar aquella cultura, ¿porqué va a cambiar la nuestra?
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