En los
últimos años del siglo XX todavía era general la idea de que se podía encontrar
un paradigma científico que organizara el saber sobre la cultura. Aun aquellos
autores que defendían el carácter multiparadigmático de las ciencias de la
cultura como Alexander (1990) o Ritzer (1980) aspiraban a
establecer uno que pudiera ser el que mayor capacidad explicativa pudiera
tener. Para algunos autores:
la cultura
consiste en los valores, motivaciones, normas y contenidos ético-morales
dominantes en un sistema social. Para otros, la cultura abarca no sólo los
valores y las ideas, sino todo el conjunto de instituciones por las que se
rigen los hombres. Algunos antropólogos consideran que la cultura consiste
exclusivamente en los modos de pensamiento y comportamiento aprendidos, mientras
que otros atribuyen mayor importancia las influencias genéticas en el
repertorio de rasgos culturales. Por último, unos opinan que la cultura
consiste exclusivamente en pensamiento o ideas, mientras que otros defienden
que consta tanto de los pensamientos e ideas como de las actividades de los
mismos (Harris, 2000,
pág. 17) .
Entre los defensores de las definiciones
“ideacionales” de la cultura William Durham (1991) sostiene que
definir exclusivamente por las ideas la
cultura representa un consenso que se debería alcanzar. Y, en alguna medida, su
definición que podemos resumir como una guía del comportamiento sin el
comportamiento.
Gran parte de
la corriente ideacional mantiene que la cultura consiste con exclusividad en
entidades mentales compartidas y trasmitidas socialmente como valores,
creencias o ideas. La agrupación de todos esos hechos mentales recibió la
denominación de “meme”, neologismo introducido por Dawkins en su libro “El gen
egoísta” (1979, pág.
218) .
Necesitamos
un nombre para el nuevo replicador, un sustantivo que conlleve la idea de una
unidad de transmisión cultural, o una unidad de imitación. «Mímeme» se deriva de
una apropiada raíz griega, pero deseo un monosílabo que suene algo parecido a
«gen». Espero que mis amigos clasicistas me perdonen si abrevio mímeme y lo
dejo en meme. Si sirve de algún consuelo,
cabe pensar, como otra alternativa, que se relaciona con «memoria» o con la palabra
francesa même. En inglés debería pronunciarse «mi:m». Ejemplos de memes son: tonadas
o sones, ideas, consignas, modas en cuanto a vestimenta, formas de fabricar vasijas
o de construir arcos. Al igual que los genes se propagan en un acervo génico al
saltar de un cuerpo a otro mediante los espermatozoides o los óvulos, así los
memes se propagan en el acervo de memes al saltar de un cerebro a otro mediante
un proceso que, considerado en su sentido más amplio, puede llamarse de imitación.
Siguiendo a
Dawkins, para los memes se dan las mismas características que regulan un
proceso evolutivo: fecundidad, longevidad y fidelidad. Y, exactamente igual que
los genes son egoístas.
Para Durham
el meme es la unidad fundamental de información almacenada en el cerebro,
transmitida mediante un aprendizaje y modificada por las fuerzas selectivas de
la evolución cultural. Asume la tesis fundamental de Dawkins que afirma la
existencia de otro replicante y análogamente a los genes que se agrupan en cromosomas,
los memes se agrupan en dimensiones culturales que pueden incrementarse. Pero,
mientras los cromosomas son independientes de nuestras acciones, las
dimensiones culturales nos construyen. Así pues, la cultura no sería el
conjunto de normas sino la información que las construye.
Ahora bien,
los procesos evolutivos biológicos siguen las reglas del modelo darwiniano,
mientras que, la evolución de la cultura, con intervención humana directa puede
basarse más bien en procesos lamarckianos.
La definición
de meme fue reelaborada por Blackmore (2000) , asimilándola a
cualquier cosa que se copia de una persona a otra, ideas, habilidades,
hábitos o cualquier tipo de información
que es copiada con variaciones y selecciones. Puesto que sólo algunas de la
variaciones sobreviven, los memes y, lógicamente la cultura, evolucionan. Los
memes se copian por imitación, enseñanza u otros métodos, y compiten por
espacio en nuestros recuerdos y por la oportunidad de ser copiados de nuevo.
Grandes grupos de memes que se copian y transmiten juntos se llaman memes
complejos o memeplexes .Un ejemplo claro
de memeplexe sería la religión. El método de replicación de los memes sería la imitación. Esto requiere capacidad cerebral
para imitar general o selectivamente un modelo. Dado que el proceso de
aprendizaje social cambia de una persona a otra, no puede decirse que el
proceso de imitación sea completamente imitado. La igualdad de una idea puede
ser expresada con diferentes memes de apoyo. Esto quiere decir que la tasa de
mutación en la evolución memética es extremadamente alta, y que las mutaciones
son incluso posibles dentro de todas y cada una de las interacciones del
proceso de imitación. Esto resulta muy interesante cuando advertimos que existe
un sistema social compuesto de una compleja red de microinteracciones, pero a
un nivel superior surge un orden para crear la cultura.
La Memética
ha sido vinculada con frecuencia a los métodos matemáticos desarrollados por
Cavalli-Sforza (2007) en el estudio
genético de poblaciones. En el caso de la memética si bien la estructura
matemática no está todavía suficientemente desarrollada, se está adaptando para
el estudio cuantitativo de la transmisión y evolución cultural, pretendiendo
conseguir el paraguas de la tradición científica del evolucionismo. Las
dificultades para construir un modelo matemático que permita comprender la
evolución y la transmisión cultural son evidentes, pero lo cierto es que se
están desarrollando trabajos en esa línea que, a su vez, está conectada con los
teóricos de la inteligencia artificial.
Por su parte
Mosterin (2009) ha desarrollado una
potente filosofía de la cultura planteando preguntas como qué es la cultura,
dónde radica y cómo evoluciona con el tiempo. En su obra “La naturaleza humana” (2006) define la cultura como
información trasmitida por aprendizaje social entre animales de la misma
especie, abriendo una amplio abanico de posibilidades a la concepción de
cultura en animales sociales.
La cultura no
es un fenómeno exclusivamente humano, sino que está bien documentada en muchas
especies de animales superiores no humanos. Y el criterio para decidir hasta
qué punto cierta pauta de comportamiento es natural o cultural no tiene nada
que ver con el nivel de complejidad o de importancia de dicha conducta, sino
sólo con el modo como se trasmite la información pertinente a su ejecución. […]
Los chimpancés son animales muy culturales. Aprenden a distinguir cientos de
plantas y sustancias, y a conocer sus funciones alimentarias y astringentes.
Así logran alimentarse y contrarrestar los efectos de los parásitos. Tienen muy
poco comportamiento instintivo o congénito. No existe una 'cultura de los
chimpancés' común a la especie. Cada grupo tiene sus propias tradiciones
sociales, venatorias, alimentarias, sexuales, instrumentales, etc. […] La
cultura es tan importante para los chimpancés, que todos los intentos de
reintroducir en la selva a los chimpancés criados en cautividad fracasan
lamentablemente. Los chimpancés no sobreviven. Les falta la cultura. (Mosterin, ¡Vivan los animales!,
1998, págs. 146-147; 151)
Y, como
información transmitida por aprendizaje, se opone a la naturaleza, es decir a
la información transmitida genéticamente. Si los memes son las unidades o
trozos elementales de información adquirida, la cultura actual de un individuo
en un momento determinado sería el conjunto de los memes presentes en el
cerebro de ese individuo en ese momento. A su vez, la noción vaga de cultura de
un grupo social es analizada por Mosterín en varias nociones precisas
distintas, definidas todas ellas en función de los memes presentes en los
cerebros de los miembros del grupo
Para Harris (2000, pág. 20) , los intentos de reducir el concepto de
cultura a las ideas excluyendo los comportamientos, construyen una teoría
asimétrica. La explicación usual
argumenta que el comportamiento es “demasiado
complejo, desestructurado e indefinido” para que pueda servir de base al
estudio de la cultura.
Es probable
que subyaga cierto grado de precondicionamiento genético en la creencia
difundida (pero no universal) de que una sonrisa es un saludo amistoso, o de
que las cosas dulces son buenas para comer. Si aceptamos que estos memes en los
que se combinan aprendizaje, ideas y genética son entidades culturales, ¿por
qué negar que comportamientos socialmente transmitidos en los que se combinan
aprendizaje y genética forman parte también de la cultura?
En mi
opinión, la memética explica de la forma más simple problemas como los orígenes
del lenguaje y puede articularse en una
teoría que permita establecer las pautas de la difusión y la evolución
cultural.
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