11/15/2011

La constitución de la C.G.T.U.: su integración en la U.G.T.

En marzo de 1932 se celebra el IV Congreso del Partido Comunista en el Palacio de Exposiciones de Sevilla, con serios conflictos entre Jules Humbert-Droz, representante de la Internacional Comunista y la dirección de Bullejos. El Congreso que cuenta con la asistencia de 208 delegados en representación de 12.000 afiliados, de los que 5.600 son andaluces, modifica el Comité Central, permitiendo el acceso de personas más ligadas a los sectores obreros como José Díaz, aunque Bullejos todavía mantiene la dirección. Pero se ha desequilibrado la estructura del Comité Central, adquiriendo una inmensa importancia el sector andaluz del partido[1], con 15 miembros en el Comité Central, entre los cuales se encuentran José Ochoa y Rodrigo Lara.
El Congreso decide igualmente convocar para junio y en San Sebastián una Conferencia Nacional de Unidad Sindical, que más que nada es un recuento de “sindicatos rojos” y a la que según Tuñón de Lara asisten “118 delegados en nombre de 153 federaciones locales y 113.402 afiliados [2]. El Comité elegido conformaría después la dirección del nuevo sindicato C.G.T.U.
Pero este cambio en la política sindical del partido no se producirá hasta que tras la “sanjurjada” las tensiones entre el grupo de Bullejos y la Internacional Comunista alcancen su cénit y se proceda a expulsarlos por “sabotear la línea política de la I.C.” y por “sectarismo”. La realidad es que apoyados por una parte importante del Comité Central y con la excusa de la consigna “Defensa de la República” que el Comité Ejecutivo difunde tras el intento de golpe militar de Sanjurjo, el Delegado de la Internacional Comunista y José Díaz expulsan a Bullejos. Se reorganiza el Comité Ejecutivo dando entrada a Antonio Mije, Manuel Delicado, Vicente Uribe o Dolores Ibárruri, avanzando un poco más en la línea de cercanía a las organizaciones obreras que el reciente Congreso del Partido había iniciado.
El nuevo sindicato sólo celebrará un Congreso, en abril de 1934 con la asistencia de 135 delegados en representación de 180.000 trabajadores, si bien no todos pertenecían orgánicamente a aquella central[3].
La política de acercamientos que establecen los Partidos Socialista y Comunista a partir de septiembre de 1934, va a conducir a las dos organizaciones a un proceso de fusión reiteradamente planteado por la C.G.T.U., que se inicia en diciembre con la constitución de un Comité de Enlace con participación de los dos partidos y los dos sindicatos, pero sin facultades ejecutivas lo que limitó el alcance de su acción. Además, la U.G.T., no podía permitir una fusión en plano de igualdad de dos sindicatos con una afiliación e implantación territorial tan diferentes por lo que se invitó a los comunistas a entrar sin más en ella. Durante 1935 se suceden las llamadas de la C.G.T.U, pero la directiva de la Unión, en su pleno de julio ha decidido no responder.
La propuesta por Azaña de un pacto republicano-socialista, que es aceptada por las Ejecutivas del P.S.O.E. de las JJ.SS. y de la U.G.T., introduce la condición de que estos pactos incluyeran a otras organizaciones de carácter obrero o sindical, mencionando expresamente al Partido Comunista de España, a la C.G.T.U. y a la Federación de Juventudes Socialistas ya muy cercana a su homónima comunista.
Es destacable que el mismo día que se recibe la propuesta de Azaña, la Comisión Ejecutiva de la U.G.T., a propuesta de Largo Caballero, aprueba un plan que iba a permitir abrir negociaciones para el ingreso de la C.G.T.U. en la Unión. Ésta se produce en noviembre de 1935 y reviste en Málaga unas características especiales pues va a ser un comunista quien ocupe la Secretaría Provincial de la U.G.T.


[1] Tuñón de Lara, Manuel “Sesenta años en la historia del Partido Comunista: de Primo a Sevilla”. Pág. 131.

[2] Tuñón de Lara, Manuel “ La II República”. Pág. 143.
[3] Ibídem. Pág. 178

No hay comentarios: