A lo largo del año, el Partido Comunista de España, que
desde su constitución se ha mantenido en una situación de ilegalidad, ha
organizado de acuerdo con las tesis de la III Internacional un aparato ilegal[1]
que, a partir del advenimiento de la República, va a combinar su labor, en
paralelo, a la estructura legal del Partido que estatutariamente se va a
establecer.
Igualmente, se produce una reestructuración organizativa
para adaptarse a la legalidad y al rápido crecimiento de la afiliación mediante
la división de la Federación Andaluza en dos: Oriental y Occidental y la
unificación del Partido, propuesta por la Agrupación Comunista de Madrid[2].
El día 19 de julio, el Partido Comunista de España, Radio de
Málaga, inserta en la prensa local[3]
la siguiente convocatoria:
“La Comisión
Organizadora del Partido Comunista pone en conocimiento de los simpatizantes
con la idea de que el domingo día 19, a las cuatro de la tarde, en el local del
Sindicato Ferroviario Calle Tejón y Rodríguez, tendrá lugar el acto de
constitución del Radio Comunista de Málaga con arreglo al siguiente Orden del
Día:
Exposición de Motivos.
Lectura y aprobación
de los estatutos.
Nombramiento de Comité
Directivo.
La posibilidad de actuar legalmente será, sin duda, un
estímulo grande para todos los espíritus revolucionarios que deseen enrolarse
en las filas del único y auténtico partido de la clase obrera.
¡ Acudid al acto de
constitución del Partido Comunista! La Comisión”.
El Partido Comunista en Málaga que se crea y mantiene
apoyado en los medios sindicales y en algún intelectual[4],
no olvida la línea estratégica y la consigna de “Gobierno Obrero y Campesino”
ha establecido células comunistas en las zonas agrarias del interior de la
provincia en la última etapa de la Dictadura. Conocemos el funcionamiento en
1930 de las células comunistas de Antequera, Alhaurín el Grande o Casares,
donde se desarrolla una labor de agitación y propaganda entre los obreros del
campo que han iniciado una movilización que ya no cesará hasta la finalización
de la Guerra.
Al igual que en la ciudad, se procede a depositar en el
Gobierno Civil para su legalización los estatutos de los diferentes radios
comunistas que se van a constituir en la provincia. Haremos mención especial a
dos de ellos: el Radio de Antequera y el de Casares, el primero por las
dificultades que para su constitución origina la actuación del Partido
Socialista Obrero Español y el segundo, por el importante discurso pronunciado
por el Secretario del Comité Provincial José Ochoa.
En el caso de Antequera[5],
la población tiene desde 1929 una célula comunista dirigida por Juan Fernández
Almanza, que ante el incremento de afiliación que se produce tras la
movilización obrera de 1930, se desdobla en febrero de 1931, mientras que las
Juventudes Comunistas no se organizarán hasta después de la constitución del
Radio Comunista que está prevista para el mes de agosto, pero se ve frustrada
por la negación del permiso que debía otorgar el Alcalde, el socialista García
Prieto lo que motiva una agria nota[6],
sobre su actitud ya que los estatutos del Radio Comunista de Antequera están
reglamentariamente aprobados por el Gobierno Civil. Finalmente, el 15 de
septiembre quedaría oficialmente constituido en un acto celebrado en el Salón
Rodas, con las intervenciones de Ruiz Pascual y José Ochoa, que se centraron en
las críticas a García Prieto, cerrando el acto el sevillano Antonio Mije que
destaca la necesidad de organizarse en los lugares de trabajo, así como la de
crear soviets durante las huelgas, además, se crea el Sindicato de Trabajadores
del Campo, controlado por el Partido. Sindicato que tendrá un marcado
protagonismo en las huelgas campesinas de 1931 y 1932.
A estas alturas de 1931, es ya patente el crecimiento del
partido Comunista, lo que provoca las declaraciones de responsables de otras
organizaciones obreras intentando minimizar la importancia de su progresión.
Así, Rafael Campanals[7],
diputado del P.S.O.E. nos habla del comunismo como de “...una exigua minoría” lo que si bien era cierto unos meses antes, en
ese momento ya no respondía a la realidad. Del mismo modo, Angel Pestaña, en
entrevista concedida en Sevilla a la prensa local y reproducida en El Cronista[8]
afirma: “Yo no se que exista movimiento
comunista [andaluz], hay grupos, pero no tiene realidad como tal movimiento
orgánico y coherente. No dejan de ser grupos, posturas, tendencias ideológicas.......
como hay espiritistas y hay teósofos, pongo por caso, pero de eso a un
movimiento organizado hay un abismo”. La realidad es una afiliación de
3.400 militantes andaluces en diciembre de 1931.
Pero estas actitudes de menosprecio público, van acompañadas
de otras que demuestran temor y recelo ante la capacidad movilizadora del
partido, se producen detenciones por “propagar el comunismo[9]”,
se quieren identificar movimientos revolucionarios en Córdoba, en lo que era
una huelga general[10],
o, por último, se suspende toda la prensa comunista[11].
En este sentido es significativo el artículo publicado en agosto por Salvador
Monsalud en el Diario Amanecer, que no se significa por su cercanía[12]
al P.C.E., reflexiona sobre las medidas mencionadas:
“ Por ejemplo: se
detiene a un comunista; se le encarcela. A los varios días pregunta el
comunista: Oiga usted señor Director ¿por qué estoy preso?- No se impaciente,
le contestare - le responde -. Pasan unos días y el señor Director, le dice:
Porqué está usted reclamado por el Gobierno Civil de X. El comunista se queda
perplejo; mira al señor director, y después de convencerse que no es General ni
se llama Mola, replica: ¡Pero si yo no voy a X desde hace un año¡ - Luego
reflexiona, trae a su memoria a el pasado y agrega: Es verdad, repito que
estuve en X hace un año, produje una campaña de ataque a la monarquía y salí
perseguido por el Gobernador de aquel entonces. Pero...Señor Director, ¿no
ayudó esto a que sea usted ahora el señor Director y a que aquel Gobernador no sea
tal Gobernador? ¿Puede continuar ahora una reclamación hecha por un Gobernador
de la monarquía, porque yo atacara al bochornoso régimen caído?. Estas palabras
no parecen interesar mucho al señor Director, el cual da por terminado del
diálogo y echa a andar pasillo adelante. El comunista se ha quedado en la
celda, le ve ir con la decepción del niño al que se le escapa el pajarillo de
la mano y después se sonríe maliciosamente. Se sonríe con la misma malicia que
nos sonreímos nosotros cuando vemos salir de nuestras casas a un gitano que
vino a engañarnos disfrazado de marino”.
La desconfianza que siempre ha manifestado el Partido hacia
la República se incrementa, y la constitución del Radio Comunista de Casares,
va a permitir al Comité Provincial exponerla en toda su crudeza.
El secretario político del Comité Provincial, José Ochoa,
define a la República como incapaz y cobarde ante los dos problemas
fundamentales del momento: la religión y la tierra. El pueblo que:”...se expresó revolucionariamente” en
los sucesos de mayo, ve incumplidas sus aspiraciones en la solución religiosa
negociada en la Constitución y el problema de la tierra se agrava por el grave
paro estacional, la negativa de algunos patronos a realizar las labores de la
época y por la discusión de las nuevas bases de trabajo para las faenas de
invierno, sin que el “Parlamento burgués
haga justicia ya que sirve a sus amos”. Por fin, parafraseando a Lenin
cerró así su intervención: “Bajo la
bandera comunista, fuertemente unidos los trabajadores de la ciudad y los del
campo, los obreros y los campesinos, arranquemos España también a los que nos
la han robado[13]”.
[1]
En todos los países donde los comunistas, a consecuencia del estado de sitio o
de las leyes de excepción, no puedan realizar su labor legalmente, es
necesario, en absoluto, combinar el trabajo legal y el clandestino. La lucha de
clases en casi todos los países de Europa y América entra en la fase de la
guerra civil. En tales condiciones, los comunistas no pueden tener confianza en
la legalidad burguesa. Están obligados a crear en todas partes un aparato
ilegal paralelo que, en el momento decisivo, pueda ayudar al partido a cumplir
su deber ante la revolución
[2]
Amanecer 7 de julio de 1931. Pág. 6
[3]
El Cronista. 19 de julio de 1931.
Pág. 6
Amanecer. 19 de julio de 1931. Pág. 8.
[4]
Nadal, Antonio ““Andalucía ante el
advenimiento de la República. Coyuntura Política y movimientos huelguísticos en
la Málaga de 1930” Pág.171.
[5]
Cañas García, José “Autobiografía de José
Cañas García”. Documento mecanografiado del Partido Comunista de España
(S.E. de la I.C.) Comité Provincial de Jaén. Archivo General de la Guerra Civil
Española signatura 151.
[6]
Amanecer, 23 de agosto de 1931:
“ El Comité de
Radio del PC (S.E. dela I.C.) denuncia a la opinión pública los procedimientos
a que recurren las autoridades para entorpecer el desenvolvimiento de nuestro
partido.
En Antequera,
que tiene más habitantes que algunas capitales de provincia, y por tanto merece
que las autoridades procediesen con cierta amplitud de criterios, ya que no se
trata de ninguna aldea, hay un alcalde de los más característico que pueda
darse.
Este señor, por
causas que ignoramos, pero que sospechamos obedecen simplemente a un capricho
de tipo dictatorial, niega a nuestros camaradas de Antequera el permiso para
celebrar el acto de constitución de nuestro Partido, cuyo reglamento está
aprobado por el Gobernador Civil de la provincia, habiéndose cumplido los
trámites que determinan las leyes vigentes para toda España, menos ..... para
Antequera.
Hemos puesto el
caso en conocimiento del Gobernador Civil de la Provincia. Esperamos su
intervención ¿Porqué no decirlo? Con el escepticismo que tenemos siempre los
obreros, cuando confiamos, por un imperativo de las circunstancias, nuestros
asuntos a las autoridades burguesas, más esperemos.
Y ahora una
advertencia, señor Alcalde de Antequera: Usted no puede oponerse a la voluntad
claramente manifestada por los obreros, del por, desgracia, pueblo de su mando.
Lo que debe usted es pensar si le conviene, lanzar a un trabajo ilegal a
quienes quieren desenvolverse en la legalidad.
Nada más que
esto, porque de otras cosas se enterará usted algún día, cuando el futuro
Ayuntamiento sea comunista.
Por el PC de E
(SE de la IC). El Comité de Radio”
[7]El Cronista. 9 de octubre de 1931.Pág.
12
[8]
Ibídem.12 de julio de 1931. Pág. 7
[9]
Amanecer 2 de agosto de 1931. Pág. 7
[10]
Ibídem. 12 agosto de 1931. Pág. 8
[11]
Ibídem 15 de septiembre de 1931. Pág.
3.
[12]
Ibídem. 7 de julio de 1931.
Editorial: en el fondo de los programas socialistas,
anarquistas o comunistas, se encuentran las mismas aspiraciones de
mejoramiento, pero sólo ha ofrecido resultados positivos la del P.S.O.E. y la
U.G.T.
[13]
Amanecer. Jueves 5 de noviembre de
1931. Pág. 2
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