8/23/2011

La escisión del PSOE y la llegada del PCE


El Congreso Extraordinario de 1921: la escisión.



El tercer Congreso extraordinario, tuvo lugar en abril de 1921, con representantes de ciento dos agrupaciones y más de quince mil militantes, aproximadamente un veintisiete por ciento de los militantes[1]., similar a la de las dos anteriores convocatorias. Se inició con la lectura de la carta de Pablo Iglesias, tras lo cual, Anguiano y Fernando de los Ríos presentaron ante el Congreso el mismo informe que se había discutido en la reunión del Comité Nacional, comenzando posteriormente el debate que fue duro. Las intervenciones en contra de Largo Caballero[2] y de Julián Besteiro que llegó a invitar a los partidarios de la III Internacional a marcharse, uniéndose al Partido Comunista Español, fundado por las Juventudes Socialistas, significaron que los partidarios de la adhesión habían perdido la iniciativa dentro del partido. Tras cinco días de debates, el Congreso decidió no adherirse a la Internacional Comunista por 8.808 votos contra 6.205.

La Agrupación socialista de Málaga, reunida el viernes 11 de marzo presidida por José Molina Moreno, acordó[3] por mayoría votar en contra de la adhesión del P.S.O.E. a la Tercera Internacional, por no estar de acuerdo con los 21 puntos que condicionaban el ingreso en la misma, manifestando, igualmente su apoyo al grupo de reconstructores y a su búsqueda de la unión de las Internacionales en un único bloque proletario.

Entonces, Óscar Pérez Solís del sector de los “Terceristas” leyó un manifiesto mediante el cual, veintinueve delegados se declaraban incompatibles con un partido que había rechazado su adhesión a la III Internacional, abandonando el Congreso y produciéndose la escisión. Se reunieron en los locales de la “Escuela Nueva”, constituyendo el Partido Comunista Obrero Español, que encabezaban Quejido, Anguiano, Núñez de Arenas, Pérez Solís y Virginia González. La fusión de los dos partidos tuvo lugar a fines del año 1921, en una conferencia celebrada entre los días 7 y 14 de noviembre, en la que intervino un delegado de la Internacional Comunista, Graziadei[4]. Sobre la base de un directorio cuyo secretario general fue Rafael Milla y que estaba formado por seis miembros del P.C.O.E. y nueve del Partido Comunista Español, se organizó una estructura provisional a la espera del Congreso de unificación, celebrado en marzo de 1922, donde se fijaron los estatutos y se aprobaron las tesis sobre el “frente único proletario” que la Tercera Internacional acababa de asumir. Su órgano de prensa fue “Claridad”, posteriormente convertido en “La Antorcha”, mientras continuaban editándose “Aurora Roja” en Asturias; “Nueva Aurora en Pontevedra”, “Bandera Roja” en las Vascongadas y otros periódicos.




[1] Los datos que proporciona El Socialista fijan en 54.412 los militantes del P.S.O.E. en la fecha del Congreso.




[2][2] Termes, Josep y Alquézar Ramón: “ 2 –1909-1931” en Tuñón de Lara “Historia del Socialismo Español”. Pág. 164-165.

Largo Caballero rechazó las justificaciones de los terceristas en el sentido de que la aceptación de las veintiún condiciones no significaba su expulsión del partido, afirmando: ”No las acepto, no votaré por ellas. Y, en consecuencia, como no dejaré el partido, seré expulsado de él”. Además la afiliación a la Internacional Comunista supondría la ruptura con la U.G.T., que él mismo lideraba y que se había decantado de forma absolutamente abrumadora por la Internacional Sindical de Amsterdam.

Pese a la evidente importancia del Congreso Extraordinario de 1921 que supuso la escisión del P.S.O.E., Francisco Largo Caballero no dedica, en su testimonio “Notas Históricas del la Guerra de España. 1917-1940”, ni una sola palabra al mismo.

En opinión de Santos Julia: “presentan estas notas todas las características de una ordenación de documentos con vistas a su discusión pública en algún futuro congreso del Partido o de la Unión. Los dirigentes socialistas seleccionaban los documentos que juzgaban más relevantes para dar cuenta, ante los congresos, del sentido y los resultados de su gestión. No se trata, por tanto, de un volumen de recuerdos o memorias”. Lo que en alguna manera nos sirve para justificar tal vacío.




[3] El Regional, domingo 13 de marzo de 1921. Pág. 2.




[4] Ruiz, David “España 1902-1923: Vida Política, Social y Cultural” en Tuñón de Lara, Manuel “Revolución Burguesa, Oligarquía y Constitucionalismo (1834-1923)” Pág. 519.

1 comentario:

José Manuel Vázquez Fonseca dijo...

Buen artículo Manu. Y en el día adecuado.
Saludos cordiales desde Asturias.