7/02/2012

ESTABLECIMIENTO DEL MARCO TEÓRICO


Coincido con Castro Nogueira et alii (2005) en que toda investigación tiene su origen en los intereses y compromisos teóricos del investigador, no son los hechos los que inducen la investigación:
“[…] es la mirada teórica e interesada del investigador la que constituye y convierte ciertas realidades en hechos y, mas tarde, en datos de una investigación.” (pág. 473)
Desde esta posición es evidente que aclarar los marcos teóricos sobre los que descansa la investigación resulta esencial. Al mismo tiempo, haber efectuado un recorrido temporal sobre los objetos de la misma nos ha permitido ajustar y redefinir nuestros compromisos. Ese recorrido permite al investigador establecer conexiones entre los fundamentos teóricos y el propósito de la investigación. Ahora bien, ese camino no es fácil y asumir, pese a la evidente incomunicabilidad de paradigmas, una postura ecléctica genera tensión. Mi posición personal es compleja, alejada del exclusivismo que plantea que sólo un modelo es pertinente y en la cercanía de que en una investigación pueden mezclarse diversos modelos teóricos sin miedo. Castro Nogueira et alii (2005, pág. 474) plantean en cambio una posición intermedia: “[…]; a nuestro juicio, sólo hay un modelo teórico pertinente para cada investigación, pero hay muy diferentes tipos y propósitos de investigación.”.
Debemos ser coherentes y establecer un marco teórico que agrupe un conjunto de enfoques o tradiciones teóricas que gravitan sobre la realidad social y, al mismo tiempo, sobre el componente simbólico del mundo humano, en todas sus manifestaciones. Estos enfoques parten de un elemento común la realidad social, como dicen Castro Nogueira et alii (2005; pág. 476):
“la idiosincrasia y la conducta de los individuos son inseparables de sus inserciones sociales, de modo que el camino para conocer la interioridad y la subjetividad individual pasa por el conocimiento de la exterioridad social en la que se desenvuelve el individuo”
Por tanto, nuestro marco o, quizás más bien, nuestro modelo resaltará una serie de conceptos que se ajustan al protagonismo de lo social frente a lo individual, de ahí que hablemos de sensibilidad social, discurso ideológico, estilo de vida, imaginario social o habitus.
Al mismo tiempo, procuraremos incluir un enfoque semiótico o, más bien, sociosemiótico. Durante las últimas décadas del siglo XX y hasta el momento actual se va produciendo una toma de conciencia de la distancia existente entre conocimiento y realidad, destacando la naturaleza representativa del conocimiento y la función mediadora de los símbolos en su adquisición y conservación.

1 comentario:

José Manuel Martos Ortega dijo...

Comparto contigo la idea de la importancia de un buen marco teórico en una investigación. Este debe ser el preámbulo y el inicio de la misma. con frecuencia se descubren ciertas esquizofrenias en algunos estudios en los que se han diseñado los instrumentos de la investigación sin haber delitimitado el marco conceptual.