10/06/2013

Conflictos en la interculturalidad: los obstáculos

Definida la interculturalidad como una metodología de actuación se enfrenta, en la gran mayoría de los casos, a problemas en su gestión eficaz. La comunicación intercultural significa continuos estados de incomprensión y múltiples malentendidos, entendiendo por malentendido aquella “categoría moral que acontece como factor que distorsiona la comunicación y que debe ser superada para garantizarla” (Hinnenkamp, 2000; Pág. 212) (Hinnenkamp, Volker. Constructing misunderstanding as a cultural event. En A. Di Luzio y S. Günthner y F. Orletti (Eds) Culture in comunication. Analices of intercultural situations. Philadelphia: John Benjamins Publishing Co.)
El uso de múltiples términos para referirse a este fenómeno, junto a la falta de reflexión, en opinión de Hinnenkamp (2000), en torno al mismo, dificulta su conceptualización.

Siguiendo a Morgan (1998) podemos agrupar los obstáculos a la interculturalidad en dos bloques: los que tienen a la persona en su origen y los que hacen referencia al contexto.
Obstáculos personales:
En general, los obstáculos personales hacen referencia al desconocimiento, la desmotivación o la falta de habilidades en el contacto intercultural, configurándose el modo de percepción de la información como una de las barreras más significativas (Lustig y Koester citados por Penalba y Ramos; 2008).
Podemos definir la percepción como el proceso por el que los individuos seleccionan, organizan y evalúan los estímulos que provienen de su entorno, pero esta selección es filtrada por lo que la percepción se convierte en inexacta, generada en un proceso cultural que se mantiene en el tiempo (Adler, 1997) (Adler Paul.S. The trasitional experience: an alternative view of cultural shock. Journal of Humanistic Psychology 15(4) 13-23). La cultura en cuanto recurso hermenéutico para relacionarnos puede resultar de gran ayuda en la superación de los problemas que pueda generar la percepción.
Muy a menudo, las diferencias de percepción y comprensión pueden generar malentendidos en el proceso intercultural. Una de ellas puede ser el intento por evitar el contacto con aquellas personas que percibimos como “el otro”, por sus diferencias, acercándonos a quienes nos suponen una mayor semejanza física, intelectual e incluso emotiva. Por estos motivos y, en opinión de Stortti (1990 C. The arto f crossing cultures. Yarmouth: Intercultural Press) que curiosamente aplica, creo que sin ser consciente de ello, principios de Memética, asumimos que los demás van a mantener una conducta similar a la nuestra porque nuestro aprendizaje imitativo nos trasladó unas normas culturales de actuación que pensamos comunes a los demás. El profundo etnocentrismo que ocasionó la construcción por la Ilustración del concepto de civilización y cultura, asocia el reconocimiento de las diferencias con características negativas. Recordemos el concepto de bárbaro que ya acuñaron los griegos y que la Ilustración recogió en sus conceptos de evolución social intentando incluso la justificación científica del racismo. Evidentemente la generación de juicios de valor y las comparaciones entre actitudes pueden ocasionar prejuicios, xenofobia o sexismo.